viernes, 25 de noviembre de 2011

ANDRADE
(Leído por su autor como homenaje de la poesía entrerriana, en la inaguración del busto de Andrade, Gualeguaychú, 1933, sesquicentenario de la ciudad )
I
Queremos a este pago que circundan
los caminos del agua...
Como ayer, frente al indio,
las caudalosas procesiones pasan
del Paraná, que tiene "faz de perlas",
del Uruguay, que tiene "faz de nácar";
Y un corazón entre dos grandes ríos
es la tierra entrerriana.

Borró el destino con su ley de guerra
las indígenas razas;
guaraníes, minuanes,
se deshicieron como secas ramas;
y hoy busca nuestro afán huellas perdidas:
un eco, una palabra,
una punta de flecha
en la arena del túmulo enterrada;
un rasgo en una dura tez de bronce,
una visión fugaz, un ruido de alas...
Busca en la vaguedad del rastro indio
la sugestión de nuestra tierra amada.

Y el camino luchó con la guarida;
inicióse la senda junto al agua;
la población, como los hormigueros,
se fué desparramando en la campaña;
Vino en la gente nueva
la ley de una exigencia solidaria.
E igual que el indio se acabó el matrero;
Perdióse su figura en acechanza
entre el sarandizal de las riberas,
en los bañados de filosas pajas,
mientras a gritos el chajá advertía
el paso incierto de la gente extraña.

Poblar fué sueño... Orientación que impuso
tanto renunciamiento como alianza;
fué compartir la sangre y el destino,
dar al de afuera nuestra propia casa;
realizar, abdicando predominio,
en nuestras soledades y distancias,
"la eterna comunión de las naciones":
como un jardín la tierra trabajada,
como una ley fundamental la honra,
como una flor de selección el alma...

... (continúa)...
"LA CIGARRA", de ANDRÉS CHABRILLÓN
pág. 31 - Edit. Nueva Impresora - 1955 -
 

martes, 22 de noviembre de 2011


CANCIÓN PARANAENSE

Al suelo se viene el cielo
lila del jacarandá;
al suelo donde va el paso
solitario del soñar.

Con el andar distraído,
pisando las flores va
un amante de la rama
en flor del jacarandá.

De flor lila se ha vestido
la gracia de Paraná,
y una muchacha acostada
se me antoja la ciudad.

Una muchacha dormida,
- lila en la flor de la edad -
toda graciosa y curvada,
durmiendo a todo soñar.

No la despiertes, noviembre,
aunque enamorado estás;
déjale en flor ese sueño,
no vayas a recordar
el lila en que se ha dormido
junto al río la ciudad.

CARLOS ALBERTO ALVAREZ
(entrerriano por amor a la ciudad)
"Entre Ríos Cantada" de L.A. Ruíz -
pág.160 - Ed.Zamora - marzo/1955 -

martes, 8 de noviembre de 2011


EL ÚLTIMO

Hoy que me veo a pie y sin golondrinas,
pienso en aquel potrillo que trotaba
con ángel en el lomo y ensayaba
su primer vuelo en ala cristalina;

pienso en el picaflor que a la glicina
el corazón azul le cortejaba,
y en el oro fugaz que se volaba
en cada mariposa campesina.

Y al ver que por la edad pasan las nubes,
siento que el niño aquel me sube y sube
y no me suelta hasta dejarme en vuelo.

El niño aquel que supo de ondulares
y azul de ir y venir por los linares
a cada paso me va abriendo cielo.

JUAN MANUEL ALFARO
"Sonetos" - Edic. Comarca - 2007 -

EL ARCA

La lluvia cae
como fundación de agua.
Serpentea y se desliza.
Animal acuático buscando rumbo
hacia el agua mayor, que tendida,
abajo, aguarda para acrecentarse.
Paisaje gris, de bruma portuaria
o submarina.
El lomo erizado,
caballos líquidos encabrityados,
saltan, se encorvan y corren
en busca del cauce.
En mitad del verano la provincia
se detiene y fragua el invierno.
Asomados a la ventana
vemos cruzar sigiloso el tiempo.
Nada es igual: hoy, mañana, después.
Límites imprecisos que no definen
la existencia
que creemos manejar.

CRISTINA VILLANUEVA
"Viaje en Luz" - 1988 -

NAUFRAGIO


"Si yo pudiera volver a la estrella
de la que alguna vez parti"
(Expresión de una paciente de Clínica
Neuropsiquiátrica Gregorio Marañón)


A veces grita
el animal
que llevo
en sueños.

El alarido
que se escapa
de las pesadillas
me despierta.

A veces grita
pero, ¿Cuántas calla
para no turbarme?

ELEVANDOME

Sentada sobre la piedra
intento mirarme el corazón.
Aguardo la luz,
la revelación.
Déjome estar. Déjome ser.
Viajo a mi encuentro.

CRISTINA VILLANUEVA
"Viaje en luz" - Edic. Gualeguay - 1988 -
Poeta y amiga en la eternidad de la palabra.


DISTANCIA

(De estos paisajes lunares sueño, me asombro,
y en su pandero de cuero redoblo el mito
y el grito recojo del cielo abrumado...
José Martinez Bargiela)

Galopa, hermano, galopa.
¡Qué bien retumban los cascos!
Fuertes, cual tu corazón
y duros como tu brazo.

¿Sientes cómo te habla el viento
y azota el pelo tu espalda?
El sol calienta el verano
y huele a tierra mojada...

Galopa, hermano, galopa,
que al son de la caballada,
cuero y crin, el indio es fuerte,
viento y Sol, aún hay bonanza.

Y mientras tu cuerpo hamaca
la carrera acompasada,
pleno de vida, en tropel,
en Nguillatún de esperanza,
Dios te dice que eres libre,
Dios demora la matanza.
Y no hay bolsa con narices,
y no hay orejas cortadas...

Galopa, hermano, galopa,
que la Suerte ya está echada.

ROSA ALBARIÑO
(defensora de los pueblos originarios)
"América ... llama"
Edic. Versibus - 1996 -.

sábado, 15 de octubre de 2011


FABULA ENCENDIDA

I

Aquí estoy, aquí sufro y aquí canto,
y aquí empuño mi muerte y mi agonía,
y si me deja aquí la luz un día
aquí estará la soledad sin llanto.

Sé que traigo tormenta y que la aguanto,
sé que vivo dos vidas en la mía,
sé que en mi pecho huracanado había
flores para vivir de tanto en tanto.

Cuando vuelva la flor, aquí estaré;
noticias de su ausencia le daré
con la misma palabra que ha tornado;

y si se va otra vez, si se me ausenta,
me quedaré luchando en la tormenta
porque sé que estoy bien acompañado.

CARLOS ALBERTO ÁLVAREZ
"Entre Ríos Cantada" - L.A.Ruiz -
(mucho lo recuerdo a don Carlos
cuando viviamos en el barrio del Thompson,
Villa Almendral, y éste paisaje era cotidiano).

ENTRE RÍOS

Cantando su arrobante melodía
al compás de las ondas ajustada
va por los campos prósperos nimbada
con un fulgente resplandor del día.

En explosión de amor y de alegría
su inagotable juventud bañada
se envuelve en una nube perfumada
por sagrados sahumerios de poesía.

Sabe la libertad de su bravura
que Montiel glorifica en sus rumores
y es su cerebro la suprema altura.

Por eso se alza en arrogantes bríos
coronada de palmas y de flores
la diosa de las selvas y de los ríos.

DIEGO FERNANDEZ ESPIRO (1872-1912)
Antología "Entre Ríos Cantada" de
Luis Alberto Ruiz - (1955) -

martes, 4 de octubre de 2011


SIESTA DE ALDEA

Se adormece la aldea bajo una siesta de oro,
mecida por el áspero canto de la cigarra;
y a robar de las uvas el morado tesoro
una oruga ladrona va subiendo a la parra.

Con su pico curvado como un alfanje, el loro,
que bajo un sol de fuego su plumaje achicharra,
tiene el perfil adusto de un caballero moro
escuchando impasible la guerrera fanfarra.

Bostezando su tedio abre la boca el pozo;
un pollo inicia un flirt, mirando receloso
al gallo que le acecha con instinto asesino,

y camino del charco, dejando el garabato
de una escritura china, va caminando un pato,
y es un burgués rechoncho que se marcha al casino.

P. JACINTO ZARAGOZA
"Siesta de aldea" - pág. 112 -
Entre Ríos Cantada - de Alberto Ruíz - 1955 -


ENTRE MI NOMBRE Y YO

IV

la madre borda la inicial
redondez vocal mandálica
mi nombre agita
sus señales

dedos saltarines
enlazan la urdimbre
los hilos hacen su trabajo

en el revés de la trama
se trasluce el habitante silencioso

OLGA LONARDI
"Entre mi nombre y yo" - pág.18 -
Edic. del Clé - 2010 -

VI

en su Ford A modelo 29 me lleva al campo
voy de pie en el asiento de adelante
un día de gloria es el viento en mi cara
el pelo todo al aire

baja hacia mis ojos
el resplandor del tringo y veo
a mi padre
atravesando curvas

al volante de mi infancia
lo veo cruzar hacia la inmensidad

OLGA LONARDI
"Entre mi nombre y yo" - pág. 29 -
Edic. del Clé - 2010-

domingo, 4 de septiembre de 2011

ANTES QUE EL AIRE SUPIERA

Antes que el aire supiera
a niebla y leña temprana,
voces y roces se hermanan
como buscando concierto,
y en ese pálpito abierto
cabe el mugido y el ave;
Lucas González lo sabe
en raptos de dulce loma,
y es como el sol en su clave
cuando se esconde y se asoma.

Abre su boca el olivo
y en la raíz guarda el eco
de brisas que van al hueco
de su casa centenaria,
y atesora la plegaria
con palomas del cereal.
Abrazo su tronco tal
como si el mundo abrazara,
y es un pálpito vital
la luz que aquí me ampara.

Brilla un pelaje alazán
en las flechillas tendidas
y en la frescura perdida
baja el sol en tobogán;
los changarines están
a las puertas del puchero,
y en el taller el herrero
su mate templa y convida.
Un descargue camionero
y un colono en la avenida.

Alguien canta con la radio
o va en pedales silbando
y en campanas tiene el mando
la iglesia sobre las horas;
una montera demora
el campo sobre la plaza,
de nube en nube desplaza
el día su cuerpo vivo;
y aquel amigo en su casa
al canto le dio motivo.

Ricardo Madonado
"Décimas por estilo"
Cuaderno del Señalero Nª 39
Editor de El Tren Zonal - 2011 -

miércoles, 24 de agosto de 2011


NOVIEMBRE POR SUS CALLES

Nunca me iré del todo
de esta comarca blanca,
de su viento mojado
de su vieja barranca.
Se quedarán mis versos
en sus calles sin prisa,
sube y baja de sueños
baja y sube de brisa,
desmañada balanza
cansada e indecisa.
Noviembre se pregunta
si su flor la fatiga
y se descarga suave,
tembloroso y ligero,
dejando por las calles
su color de misterio.
Y el aire se estremece
y mi comarca vibra
porque otra vez noviembre
dulcemente respira.

"Oficio de Poeta"
María Ruth Fischer
Cuaderno del Señalero Nª 17
El Tren Zonal

miércoles, 27 de julio de 2011


ISLA QUE MIRA HACIA UN DIVÁN

(a mí amigo Marcelo Leites)

Mucho antes del whisky del atardecer
observando la costa
la isla se acercó
traía la seducción
y la voz de los pescadores muertos
era también mi voz
mucho antes de caer la tarde
también una mujer de agua
tomó su té
y al marcharse me dijo
"no se acuerde de mí"

He vuelto por la isla
por sus remos insomne
y soy esa mujer
que ahora toma el té de los vencidos
pero que no traiciona sus fieles costumbres
y en cada faro dejo mi vestido

mucho antes del whisky
mucho antes de todo.

"Isla que mira hacia un diván"
Martín Carlomagno
Cuaderno del Señalero Nº 3
El Tren Zonal  - 2006 -

martes, 14 de junio de 2011


HUECOS

Hay día que ni fu ni fa. Ni recuerdos,
siquiera. Ni nostalgia. Ni música
que encienda sensaciones. Vacío como
un cuenco que perdió sus cargas. Vacío
como un hueco trazado en el aire.
Quizás sea el gris, o la llovizna que
dejó su marca en las calles y en las hojas
o el olvido de las calles desiertas
o el moroso pasaje de las horas. O la
vida, que precisa que la encendamos
cada mañana con suspiros. Vaya a
saberse por qué uno, a veces, siente
que las horas son una lenta costumbre
de quedarse quietita, arrinconada. Casi
en vigilia. Como si esperásemos
una mano que venga y nos levante.
Cuando llega, ah, entonces, el
corazón vuela en campanas.

LAURA ERPEN
(enviado por la autora
13 junio 2011, Día del Escritor)

XXIII

El cielo se derrama sobre sus ojos
la toca
es un dios que trajina desventuras.
El aire juega encima de ella.
¿Por eso
su cuerpo se sacude?

SUSANA LIZZI
"Los dados de la noche"
Premio Literario Municipal 2010
- Gualeguaychú -

XXII

La noche horizontal le camina por el vientre
la oscuridad conversa con su cintura.
Extendida sobre dedos desconocidos queda
llena de ramas
y de hojas
y de flores
horizontales.

SUSANA LIZZI
"Los dados de la noches"
- Premio Literario Municipal 2010
de la ciudad de Gualeguaychú -

XIII

La madrugada exhala
un aliento
que enfría su vigilia.
En un pie
luego en otro
sostiene su esperanza.
Sólo sus ojos son
relámpagos de libertad.

SUSANA LIZZI
" Los dados de la noche"
Premio Municipal 2010
- Gualeguaychú -  

NOCTURNO JUNTO AL RÍO

Perfil de luna en río.
La noche canta
en el claro dialecto de las aguas;
dejo mi corazón junta a las hierbas
y me voy por el aire nocturno.
Antes que nazca el alba
me embriagaré de estrellas.

TUKY CARBONI
(de puño y letra entregado por la autora)
- 4 de junio de 2011, Gualeguaychú -

martes, 31 de mayo de 2011


Josefina Pelliza de Sagasti nace en Entre Ríos, en 1848. Dos son sus poemarios conocidos: Pasionarias y lirios silvestres; entre sus novelas, destacan: Margarita, La Chiriguana y El César, además, colaboro en revista, abordando temas filosóficos, históricos y educativos.
Se le reconoce un lenguaje inspirado, sensual y elegante. Una muestra son los siguientes versos de Sonámbula:

¿Era un ángel? ¿quién era? Un peregrino
extraviado en el yermo de la vida
o era acaso de un bardo el triste lloro
resonando en las cuerdas de la lira.

Pero, su famoso poema es ¡Muerta!, porque se dice que lo escribió unos días antes de morir (fue como una premonición), en 1888, a sus cuarenta años, y sirvió de inspiración a muchos poetas, un poema bellísimo, y con enorme fuerza poética:

Muerta

¡Se oscureció mi vida en la tiniebla!
Sentí como si el mundo vacilara
y me erguí cual se yergue la serpiente
que frío hierro mata.
Entreabrí la ventana: no hallé cielo;
volví los ojos: no encontré la tierra;
palpé bajo el sepulcro de mi pecho
y me ericé de frío: ¡estaba muerta!

(Un hallazgo que nos regalo Nelda Lugrin, de Concordia, Entre Ríos)

miércoles, 13 de abril de 2011

FIESTA

(Dedicado a Osvaldo Rey, actor y director de teatro - 1986 -)

Vení, hermano, vení, dame la mano
y salgamos a andar por las veredas.
Olvidemos las penas por un rato
y entremos a la fiesta.

Ya sé, hermano, nos traga la amargura
y nos hace pomada la tristeza.
Los problemas nos tiran para abajo
y somos, casi todos,
grotescos saltimbaquis de las deudas.

Pero vení, olvidate, no pensemos...
Ponele una sordina a la tristeza.
Vámonos todos juntos calle abajo
a compatir la fiesta.

Es verdad que nos pesan muchas muertes.
Que hay sótanos oscuros de tragedia.
Que sufrimos por todos los que sufren.
Que el dolor es muy cruel y desalienta.

Pero esta noche, hermano,
el pueblo están en la calle con su orquesta.
Vive su historia azul de mascarada.
Olvida su miseria.
Estremece su bronca más alegre.
Juega a ser Rey. Mandrake. Se reinventa
Pérezman se hace Súperman
y descuelga del cielo las estrellas.
(Nosotros, mascarones sin disfraces,
nos dejamos copar por su estrategia.)
Vení, hermano, vení, dame la mano,
pongámosle sordina a la tristeza...

¡Dale que va!, ¡Victoria, todavía!
con su carroza de cien mil cometas.

MARTA ZAMARRIPA
"Cosas de los días"
Ediciones El Riacho
Victoria 1986

En recordación a Osvaldo Rey, quien se encontraba enfermo. Amigos acompañaron la edición de los poemas escritos en homenaje por Marta Zamarripa.
Material cedido por la poeta y esposa Zunilda Gutierrez.

miércoles, 30 de marzo de 2011

MUJERES

Sé que nos une este silencio.
La pureza de caminar desnudos pedregales.
Estos grises días grises
que transitamos solas, que sabemos.
El humo en los rincones.
La opaca fruta de los paraísos
ilustrando ventanas.
Hemos crecido juntas.
Germinadas por lluvias,
por rocíos,
por el dolor de estar a la intemperie,
de sacar nuestro ángel del tacho de basura
de tejer la esperanza con la aguja de mierda de los días.
Rezándole al amor,
a nuestros muertos,
al hombre que mataron en Camiri,
al retrato de  ayer con nuestras trenzas.
A todo lo que es puro todavía
entre el chicle, los anticonceptivos
y la mugre en inglés que nos contagian.
Nos rebasan a gritos las mujeres que somos.
Con luna creciente.
Con broncas.
Con nostalgias.
Con unas ganas locas de hacer pueblos
de nuestra sangre ardida, enamorada ...
Y así, desvencijadas,
nos inventamos calles con yuyitos
para que duelan menos los zapatos
y se ablanden los ojos,
los gatos,
los zaguanes.
Nos calzamos la voz. El almanaque.

Hoy hace mucho tiempo que nos pesan fusiles
de estar y estar y estar en pie de guerra.

MARTA ZAMARRIPA
"Azul de frío" - pág. 137 -
Edic. Ríos al mar - 2006 -
PÁJAROS SOBRE EL SOMBRERO
DE VINCENT VAN GOGH

Ah, no me olvido,
no olvidaré jamás.

Pero miro estos campos
este fulgor sobre los trigos
este terrón de sorgo
esta sonrisa de agua que oculta el mar.

Aquí en la patria,
digo, esta provincia,
la eternidad
se mueve como el mundo.

Yo lo he visto a Van Gogh
sembrando en estos surcos.
He visto su sombrero campesino
entre los girasoles de Victoria
y su oreja ardida en el atardecer
convocando el vuelo de los pájaros.

Aquí lo he visto,
lo veo todavía.

Ah, no me olvido,
no olvidaré jamás
aquella tarde de Berlín
cuando me suicidé en el canto de un mirlo
sin saber que los caballos azules de Frank Marc
estaban para salvarme
de un naufragio en tus ojos
lejanos ya perdidos para siempre.

Ah, no me olvido,
no olvidaré jamás
aquel estanque,
intimidad azul de la belleza
agua dormida de Monet
donde me ahogué de inocencia y delirio.

Ah, no me olvido,
no olvidaré jamás
aquel portal, aquella aldaba,
aquel cielo de siglos de Toledo
precipitado por el Grecco.

Ah, no me olvido,
no olvidaré jamás.

Pero Van Gogh
no estaba en los museos.

Yo lo he visto flotar
sobre los girasoles de Victoria.
Liviano más que el aire.
Reconciliado con la dicha.
Definitivo de fulgores.

Lo he visto entre los sorgos.
Lo he visto entre los trigales.
Y el viento levitaba su sombrero
y cardenales amarillos de las islas
cantaban sobre su cabeza
y miles de pájaros
picoteaban los granos de oro de su corazón.

MARTA ZAMARRIPA
"Azul de frío" - Edic. Ríos al mar - (2006) -

lunes, 28 de marzo de 2011


ESTE MILAGRO DE QUERERTE

Este milagro de quererte - puro
como el señero corazón del día -
tiene el acento del amor seguro
y otro acento más puro todavía.

Tiene la hiedra viva sobre el muro;
tiene el misterio de su epifanía;
y tiene, para el tiempo del futuro,
la eternidad azul de la poesia.

De todo tiene este milagro mío:
patria del canto, música del beso,
cielo, bandera y pájaro del río.

Porque su acento que mi voz advierte,
ya es universal como el suceso
de esta cosa tan mía de quererte.

JOSÉ EDUARDO SERI
"La hiedra y el muro" (1949)

jueves, 10 de marzo de 2011


Maestro y Poeta

1

Estas muchachas del campo
- vestimenta y carnes limpias -
que despiertan a las albas
en un trinar de cachirlas,
me vieron pasar cantando
cuando los surcos abrían:
- cante la cigarra, cante,
mientras trabaja la hormiga -

Como quien da lo que tiene
salí a repartir mi vida;
mi vida es una canción
y una canción mi alegría:
- calandria madrugadora
siempre alegra la fatiga -

Estas muchachas del campo
me han visto las manos limpias,
la vestimenta cuidada
y el vagabundear sin prisa.
No me miraron la frente
ni comprendieron mis rimas:
- cante la cigarra, cante,
mientras trabaja la hormiga -

Como quien da lo que tiene
eché al aire mi cantiga.
Era en el mes de la escarcha
cuando las aves se atristan
y las campanas silencian,
severas, las elegías
de los niños que no juegan,
que no danzan, que no brincan.

2
Estas muchachas de campo
- vestimenta y carnes limpias -
que huelen a hierba fresca,
tienen color de gavillas
y son robustas y sanas,
me han visto volver un día
con la canción en los labios
y el vagabundear sin prisa:
- Cante la cigarra cante,
mientras trabaja la hormiga.

Los trigos estaban altos,
sazonadas las espigas,
y los labriegos contentos.
Parado sobre una horquilla
cantaba un zolzal su canto
y era su voz la voz mía:
- Zorzal que silba a la siesta
siempre alegra la fatiga.

Estas muchachas del campo
encuentran fácil mi risa,
despreocupado el andar
y, como otrora, no miran
mi frente y parece que
les molestara la rima:
- Cante la cigarra, cante,
mientras trabaja la hormiga.

Como quien da lo que tiene
eché a silbar mi alegría.
Era en el mes de las mieses,
del amor y de la risa,
cuando los pájaros visten
plumajes de pedrerías
y las campanas se aquietan
mientras los niños se animan
y con la fiesta del sol
ríen, juegan, danzan, brincan.

3
Estas muchachas del campo
cuando empezaron la trilla
y vieron que yo marchaba
cantando por las colinas
tiraban sobre mis pasos
las piedras de la injusticia:
- Cante la cigarra, cante,
mientras trabaja la hormiga.

Calandria madrugadora,
zorzal haragán que silba:
se puede vivir cantando
pero hay que darse a la vida.
Aprendan de los horneros
que mientras cantan y brincan
están alzando su casa
y están haciendo su dicha.

Como quien da lo que tiene
- ellas no saben mi vida -
yo me privé del sol bueno,
del aire puro y la rima
lanzada con toda fuerza
por las abiertas campiñas,
y me di en abecedarios,
en canciones y en caricias,
y fué mi siembra difícil
y mi cosecha tardía,
pero fué siempre cantando
que yo sembré por la vida!

GASPAR L. BENAVENTO
pág. 106 E. Ríos Cantada, de
Luis A. Ruiz (1955)
El hogar desolado

a Heloísa G. de Andrade

Las flores están triste, en la noche
no juegan con el ala de los céfiros
y a los primeros rayos de la aurora
se abren llorando sus marchitos pétalos.

El arpa del poeta ha enmudecido,
trocándose en sollozos sus acentos,
y de sus rotas cuerdas ya no surge
la épica estrofa que escuchaba el cielo!

El libro en un rincón está olvidado,
no acarician sus hojas los cabellos
de aquella blanca y luminosa frente
que iba a abismar en él sus pensamientos.

El piano no derrama en el espíritu
la dulce vibración de sus arpegios;
parece el ataúd de una armonía
muerta por la presión del sentimiento.

Todo es desolación: todo está mudo
en el hogar donde reinaba el genio;
flores, arpas y libros, todo dice
con fúnebre tristeza: Lelia ha muerto!

GERVASIO MENDEZ (1842-1897)
"El Album del Hogar"

martes, 1 de febrero de 2011


LETANIAS DE AUSENCIA

Escucha amada,  al corazón, escucha,
la voz sencilla que te va a cantar ...
Es la voz del amado que te invoca
en el misterio de la soledad ...

¿Sabes tú de esas conchas submarinas
que guardan siglos el rumor del mar?
¿Qué misterio inefable hace que guarden
esos murmullos de la inmensidad?

Yo no sé; pero mi amor, amada,
tiene la inmensidad del mar ... y más ...
Y este libro es como esos caracoles
que guardan siglos el rumor del mar!

- Caminito de ausencia:
¿Dónde me llevarás?
- Te llevaré muy lejos de tu dueña ...
- Más lejos que ahora mismo?
- Mucho más ...

- Y dime: ¿hastas mi dueña
por fin me tornarás?
- Es preciso que vuelvas, es preciso ...
- ¿Y volveré muy pronto?
- Volverás.
... (continúa) ...

DELIO PANIZZA
("Letanías de ausencia")
"E. Ríos Cantada", de L. A. Ruiz
Antología Iconográfica 1955