lunes, 28 de octubre de 2013


PRIMAVERA PROVINCIAL

I

Pronunciamiento de la primavera:
Bando de sol, proclama de zorzales...
Sobre rojo escuadrón de los ceibales,
el cielo provincial hecho bandera.

Lo publica la brisa dominguera
soplando en las cornetas matinales,
y del aire en las ondas musicales
está vibrando la comarca entera.

¡Al viento el alma y la canción al día!
Por el marco solar de la ventana
salen las penas y entra la alegría.

El mismo sacristán de la mañana
salió temprano de la sacristía
y está tocando sola la campana.

II

Dale y dale a tu cuerda prodigiosa,
interino, incorpóreo campanero;
dale a tu canto, sin parar, jilguero,
que es toda nuestra la mañana hermosa;
dale al sol mago, realidad tediosa;
bórrate en campo ilímite, sendero,
que éste no es día para derrotero,
ni rumbo cierto, ni ceñuda cosa...

Cielo es el de hoy para perder la cuenta,
para dejar tirada la herramienta
y la fragua y el yunque en soledad.

Liberado de toda pesadumbre,
el corazón vuelve a sentirse lumbre,
viento, pájaro, nube, inmensidad...

III

Vamos, pesado barco, desamarra,
aunque esté solo el puente de comando,
que ya el acento eléctrico del bando
la seda azul del ámbito desgarra.

¡Domingo de muchacho y de cigarra!
El aire, como nunca, tibio y blando...
Por la luz, corazón, vamos andando,
solo atados con cuerdas de guitarra.
Y tú, campana loca echada a vuelo
de tu cuenta y razón, cerca del cielo,
toca y toca nomás, despreocupada...

Que hemos salido, al fin, sin derrotero,
y acaso el lunes a la madrugada
te traigamos de vuelta al campanero.

GUILLERMO SARAVÍ
"La voz eterna" - pág.32 -
Antología esencial de poesía entrerriana -
Editorial de Entre Ríos - 2010 -

SILENCIO

Que se detenga el día,
que se callen los pájaros,
que no mueva la brisa las cortinas,
que entre la luz despacio, - ¡más despacio! -.

Que los malvones rojos
y los jazmines blancos
se recaten un poco entre lo verde.
Vengan las nubes a apagar el patio,
que está haciendo un estrépito
el sol en los mosaicos.

Que esas malas hormigas
se anden con más cuidado
y salgan de las plantas que cultivo
y dejen el azúcar que me guardo.

Ni luz en demasía,
ni movimiento más que el necesario:
Que la más niña de mis niñas duerme
y mi ensueño su sueño está velando.
Las violas del silencio
toquen, pero muy bajo.
Suenen los órganos azules
pero no demasiado.
Que se esté todo el mundo
sin despegar los labios.

Aprended, impaciencia cotidianas,
de este buen padre inmóvil y callado
que sueña con el sueño de su hija
un sueño nuevo y blanco,
y apenas mueve sobre la cuartilla
la fina pluma del profundo canto...

GUILLERMO SARAVÍ
"La voz eterna" - pág.35 -
- Antología esencial de la poesía entrerriana -
- Editorial de Entre Ríos - 2010 -

EL DESTERRADO

En mi tierra tal vez yo soy olvido.
Precisamente yo ser olvidado
que soy todo un recuerdo atribulado
vagando bajo un sol desconocido.

Nada me torna todo lo perdido,
y aquello que podría haber ganado
es inútil laurel para el soldado
que está solo, sin paz y malherido.

Y en esa tierra, que mi ausencia habita,
me reclama un silbar de chamarrita
con temblores de pájaro y bordona.

Y en este puerto - bruma y desconsuelo -
lejano de su río y de su cielo
el corazón en penas se abandona.

HÉCTOR JORGE DEUT
"El gozo y la elegía" - pág.17 -
Editorial de Entre Ríos - 2003 -

VERANO

Gusto de sal de recordada brisa
en la playa casual y marinera,
donde la audacia transformó en bandera
el albo tremolar de tu camisa.

Mordisqueabas el cielo en tu sonrisa
y el cielo muy azul, girando era
en tus pupilas risa volandera
que aguijoneaba mi ardorosa prisa.

Después ya fue el cansancio. Mediodía.
Y mi amor retenido en tu costado,
mientras, la playa junto al mar ardía.

Una mancha de sol sobre tu frente
discurría, feliz, sobre la ausente
sensación de impureza y de pecado.

HÉCTOR JORGE DEUT
"El gozo y la elegía" - pág.53 -
Editorial de Entre Ríos - 2003 -

ELEGÍA

Qué pulcro rueda abril con qué decoro
prolonga mi tristeza en el sendero,
calle abajo, Santiago del Estero
y el parque, derrochado en libras de oro.

Con tu recuerdo, al paso, me demoro.
Muda la frente, seco su venero,
el monje enjuto del ciprés austero
y todo el parque en silencio coro.

Al rescoldo del sol mi pena doro.
Me ilusiono pensando que te espero
y vivo así, porque te quiero y quiero

y en lágrimas mi pena y pena afloro.
No me llores, decías, si me muero,
y sabías, mi amor, que lloro y lloro.

HÉCTOR JORGE DEUT
"El gozo y la elegía" - pág. 16 -
Editorial Entre Ríos - 2003 -

EL VIGILANTE DE PROPAGANDA

Este vigilante que se detiene en la esquina
- Bavio y Diamante - es un afiche del orden.
Lo han puesto  allí por tres motivos internacionales.
El primero, para que la noche se transfigure en respeto
al pasar por entre sus piernas.
El segundo, para recordar con el llamador de su puño
a las puertas de los burdeles, las 2 horas de la madrugada.
Y el tercero, para que lo saluden los borrachos y los rufianes.
Y es de esta manera sencilla como la seccional segunda
coloca su propaganda de orden bajo la nariz misma de la
calle sucia y como la buena gente puede inflar sus pantalones
burgueses con aire de confianza.
Y pasar... y volver...

NICOLÁS J. JOZAMI
"Poemas de las cosas de la calle sucia"
pág.23 - Cuadernos de las Orillas - EDUNER -
Univ. Nac. de Entre Ríos - 2013 -

LA MUJER MÁS GORDA DEL MUNDO

Por sólo dos pesos puede ser suya la mujer más
gorda del mundo!
Una mujer que no tiene nombre porque se lo comió como postre.
Pero que tiene en cambio un mundo de carne
para que dé vuelta sobre ella la calesita del deseo.
Un mundo de carne.
Y unos senos de almohadas para que duerman las caricias.
Y un alma con una alegría gorda.
Y el recreo de un asombro más gordo, todavía.
Y para qué más?
Si por sólo dos pesos va a tener usted
todo un jardín de novedades entre sus brazos!

NICOLÁS J. JOZAMI
"Poemas de las cosas de la calle sucia"
pág.39 - Cuadernos de las Orillas - EDUNER -
Univ. Nac. de Entre Ríos - 2013 -