jueves, 18 de agosto de 2016


DESTINO
Claro, altivo y vertical,
alto de nube y de cielo,
con el espléndido vuelo
de la copla y el zorzal;
libre por toda señal
y entrerriano por el canto,
en mi guitarra levanto
los sonidos provincianos
porque me tiembla en las manos
la tierra que quiero tanto.

Entre Ríos, puro canto

de azulados horizontes,
con alitas de tus montes
vuelan los versos que canto.
De tanto quererte tanto
ya eres todo lo que miro
y desde gurí suspiro
cuando admiro tu paisaje,
como flor que va de viaje
en el pico del chiviro.

Para el amor, Entre Ríos

y Entre Ríos para el canto,
Entre Ríos en el llanto
y en la alegría, Entre Ríos.
Únicamente Entre Ríos
para nacer y vivir,
en Entre Ríos sentir
el pulso fiel del hermano
y con orgullo entrerriano
en Entre Ríos ¡morir!


JORGE ENRIQUE MARTÍ
Poeta - Colón - 2016 -

domingo, 7 de agosto de 2016


NO ME ATREVO ENTRE LOS PÁRPADOS

a Emmanuel, 
una noche de tormenta
se lo llevó el río.

Rosa, rosa está el cielo que antes de azul pálido.
Es que el río tiene rosas rojas en su pecho,
es que el río tiene rosas en su lecho,
es que el río tiene espinas largas,
largas hasta el cielo.

¡Ése, ése río turbio
tiene sangre y ceniza de tu cuerpo!

Mirarlo no puedo,
¿Cómo lo podré contemplar
el día que naveguen los veleros?
¿Cómo podré planear con las garzas
y los pájaros, el infierno?

Es que ése río despiadado salió
del cuadro nostálgico del verso,
a llevarte en su cintura, al compás
de los vientos huracanados,
de los vientos.

Mojigato de los giros de las olas.
Remanso que entró en vuelo.
Envoltura de las nubes en los cielos.
¡¿Qué nombre tiene el espanto en tu recuerdo?!

No me atrevo, no, a mirarlo,
río abajo, río arriba entre los párpados.
Aún,
las espinas cruzan brusca el firmamento
y las rosas siguen rosa en su lecho.

¡Ése, ése río turbio
tiene sangre y ceniza de tu cuerpo!

MARTA L. PIMENTEL ÁLVAREZ
" La sublevación de las aguas" 
Homenaje - 2015 -


PÁJAROS SOBRE EL SOMBRERO
DE VINCENT VAN GOGH

Ah, no me olvido,
no olvidaré jamás.

Pero miro estos campos
este fulgor sobre los trigos
este terrón de sorgo
esta sonrisa de agua que oculta el mar.

Aquí en la patria,
digo, esta provincia,
la eternidad
se mueve como el mundo.

Yo lo he visto a Van Gogh
sembrando en estos surcos.
He visto su sombrero campesino
entre los girasoles de Victoria
y su oreja ardida en el atardecer
convocando el vuelo de los pájaros.

Aquí lo he visto.
Lo veo todavía.

Ah, no me olvido,
no olvidaré jamás
aquella tarde de Berlín
cuando me suicidé en el canto de un mirlo
sin saber que los caballos azules de Frank Marc
estaban para salvarme
de un naufragio en tus ojos
lejanos ya perdidos para siempre.

Ah, no me olvido,
no olvidaré jamás
aquel estanque,
intimidad azul de la belleza
agua dormida de Monet
donde me ahogué de inocencia y delirio.

Ah, no me olvido,
no olvidaré jamás
aquel portal, aquella aldaba,
aquel cielo de siglos de Toledo
precipitado por el Greco.

Ah, no me olvido,
no olvidaré jamás.

Pero Van Gogh
no estaba en los museos.

Yo lo he visto flotar
sobre los girasoles de Victoria.
Liviano más que el aire,
Reconciliado con la dicha.
Definitivo de fulgores.

Lo he visto entre los sorgos.
Lo he visto entre los trigales.
Y el viento levitaba su sombrero
y cardenales amarillos de las islas
cantaban sobre su cabeza
y miles de pájaros
picoteaban los granos de oro de su corazón.

MARTA ZAMARRIPA
"Solo de garzas y otras levitaciones", 1998
En Homenaje a sus 83 años cumplidos,
en la ciudad de Victoria, el 5 de agosto 2016.-