lunes, 28 de octubre de 2013


EL DESTERRADO

En mi tierra tal vez yo soy olvido.
Precisamente yo ser olvidado
que soy todo un recuerdo atribulado
vagando bajo un sol desconocido.

Nada me torna todo lo perdido,
y aquello que podría haber ganado
es inútil laurel para el soldado
que está solo, sin paz y malherido.

Y en esa tierra, que mi ausencia habita,
me reclama un silbar de chamarrita
con temblores de pájaro y bordona.

Y en este puerto - bruma y desconsuelo -
lejano de su río y de su cielo
el corazón en penas se abandona.

HÉCTOR JORGE DEUT
"El gozo y la elegía" - pág.17 -
Editorial de Entre Ríos - 2003 -

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