martes, 3 de marzo de 2015
EL ABANDONADO Y SUS DÍAS
Salgo a pasear por la costa
buscando en vano un consuelo.
Por la promesa del cielo
se empina la calle angosta.
La tarde otoñal, plomiza,
naufraga en medio del río.
Mi corazón - que no es mío -
se llena de ceniza.
Sobre un barranco de greda
muge su vocal un toro.
La tierra parece de oro
y el aire un rizo de seda.
Una barca pescadora
clava en la arena su quilla
y es la espuma de la orilla
libre flor que la decora.
Por escarpados senderos
llego, entretanto,a la Aduana.
¡Qué linda que está la hermana
del jefe del marinero!
Gasto al pasar un cumplido
y ella que es moza sumisa
deja volar su sonrisa
como pájaro de un nido.
Fracasa el amable reto
Mi corazón - cosa pura -
no sabe de más ternura
que la que alienta en secreto.
Y así ando ... Y así ando ...
La niña, el río, la arena ...
¡Nada me quita esta pena
de vivir agonizando!
JOSÉ EDUARDO SERI
Antología "Entre Ríos cantada"
de L. A. Ruiz - 1955 -
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