La muerte del poeta
a Carlos Mastronardi
Cual una flor nocturna y delicada
que se consume en el ardor del día,
se marchitó, sediento de poesía
y se abrasó en su propia llamarada.
¿Qué paisaje crispado en la mirada
se llevaba el jazmin en agonía,
mientras la muerte, ansiosa, se bebía
toda su sal de estrellas derramada?
Un viento de sollozos repentinos
hizo gemir las ramas de los pinos;
y fue entonces que un pájaro dolido
rasgó la tarde, henchida de infinito
con el clamor profundo de su grito:
¡Silencio! ... que el poeta se ha dormido.
Tuky Carboni
"Antología breve"
Cuaderno del Señalero 23
SADE - Seguay -
a Carlos Mastronardi
Cual una flor nocturna y delicada
que se consume en el ardor del día,
se marchitó, sediento de poesía
y se abrasó en su propia llamarada.
¿Qué paisaje crispado en la mirada
se llevaba el jazmin en agonía,
mientras la muerte, ansiosa, se bebía
toda su sal de estrellas derramada?
Un viento de sollozos repentinos
hizo gemir las ramas de los pinos;
y fue entonces que un pájaro dolido
rasgó la tarde, henchida de infinito
con el clamor profundo de su grito:
¡Silencio! ... que el poeta se ha dormido.
Tuky Carboni
"Antología breve"
Cuaderno del Señalero 23
SADE - Seguay -
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