martes, 21 de septiembre de 2010



Sólo el ángel que nunca se ha dormido
está en mi corazón pero callado
como si fuera un pájaro acostado
sobre las hojas secas de su nido.

Apenas como el aire, como el viento,
como la flor será, pero lo siento
cuando el dolor se rompe en mi costado.

Hoy sólo se ha quedado el ángel mío.
Y nada más sabrá. Sobre la arena
su sombra ya será la sombra apenas
de una nube que pasa sobre un río.

ANA TERESA FABANI
"Nada tiene nombre y otros poemas"
pág.51 - Edit. E. Ríos - 1999 -

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