sábado, 14 de abril de 2018


REENCUENTRO

En imprevistos rumbos de agua-junco,
agua-barro, sauce-ala y cielo en vuelo,
en Gualeguay de pájaros y resaca,
Ñamnadú
mira, dormita o sueña.
En soledad tagüe, desnudo
de tatuajes,
por muy extraño embrujo,
o repliegue en pos del colibrí
y su sagrado néctar. O de lechuzas,
iluminadas por reflejos
de su alado Corazón llameante.

Sin aquí, más allá, ahora o después,
Ñamandú, rostro de niebla, silenciada voz,
intima con fanales tristeza
o anilla panaderos del aire,
conmovidos
por sediento pampero,
sin brújula o memoria.
Cerca de Gualeguay
que fluye entre lomadas,
atenúa quejumbres del ocaso
y socava raíces de la costa indecisa,
justo ahí, Padre Ñamandú, el Primero.

HÉCTOR IZAGUIRRE
Antología del Viento HERENCIA DE AGUA
Pág. 48 - Edit. Dunken - 2016.-

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