martes, 17 de abril de 2012


ESTADO DE GRACIA

Suelo entrar al paisaje de mi río
cuando la luz que alumbra es todavia dorada
y el viento se hace verde
en brazos de la fronda del sauce de esmeralda.
A veces lo recorro largamente por sus cauces secretos
y siento entre las venas una ternura extraña:
se vuelven de agua dulce los cursos de mi sangre;
y es tanta la belleza, que me quedo abismada,
con el alma en silencio, en estado de gracia.

El pulso de la tarde declina suavemente;
el río es una seda levemente rizada
que engarza entre sus ondas, junto al cristal del aire,
la pálida amatista que tiembla sobre el agua.

Después, cuando el ocaso
es ya casi un recuerdo del lejano horizonte
y un resplandor de fuego se apaga entre las ramas,
me tiendo en el regazo íntimo de la arena
para la epifanía de la luna temprana.

Paralelos senderos, mi sueño y el del río
suben hacia lo alto del enorme misterio
de la noche que estalla;
entramos, hombro a hombro, por el arco de triunfo
de los astros azules que arden en la distancia.
Y es tanta la hermosura que me quedo en silencio
por dentro iluminada,
como un faro en las sombras, en estado de gracia.

Tuky Carboni - Gualeguay - 1998 -
1º Premio - Poesía - Concurso Lit.
Cgso. P. de Escritores -

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